jueves, 30 de junio de 2011

[C]: The Money Of Soul and Possibility Control [Reseña]

[C], para abreviar, es un anime creado por Kenji Nakamura, conocido también por Mononoke y Kuchu Buranko, y supervisado en guión por Noboru Takagi. Se estrenó en abril de este año y ha concluido con 11 episodios recopilados.



La historia comienza con el gobierno japonés, rescatado del colapso financiero por el Fondo de Riqueza Soberana. Sin embargo, la vida no ha mejorado... Kimimaro, criado por su abuela materna después de la desaparación de su padre y la muerte de su madre, con una beca de estudios para la universidad de economía que no le llega para más, solo desea tener una vida estable y sin movidas. Un día, sin embargo, se le aparece a las puertas de su casa un hombre bastante extravagante que le ofrece una gran suma de dinero si él está de acue
rdo en aceptar un trato con él. A partir de este momento, su vida se ve alterada por lo establecido en las reglas del mundo llamado: Distrito Financiero, en el que solo se puede sobrevivir a partir de unos duelos entre los llamados activos, una especie de seres apropiados por los empres (empresarios del distrito, todo aquel que entra en él, como Kimimaro) y activados a través del dinero. Victoria, más dinero. Derrota, puedes caer en la bancarota. Pero hay que tener muchísimo más cuidado, el Distrito Financiero está más vinculado con la realidad de lo que parece...

Paso a hablar de los personajes principales, de los que no puedo decir mucho, porque es mejor descubrir al menos, lo que son en realidad.

Kimimaro Yoga

El protagonista de la historia. Es un universitario que estudia economía, supervisado por su abuela dado que su padre ha desaparecido y su madre murió. Tiene dos trabajos a medio tiempo y solo una m
ejor amiga, de la que siente algo, pero nunca se decide. Quiere una vida tranquila y un futuro por el estilo: el dinero necesario para poder vivir en un casa, con hijos y una mujer. Tiene una actitud bastante seria y suya. No habla de él mismo, ni siquiera con Hanabi, que se interesa por él. Cuando se convierte en empres del Distrito Financiero, se desvela su verdadero ser. Es el típico progatonista que cuida de su activo, Msyu, ya que no la ve como un objeto para ganar en los duelos, sino como alguien con sentimientos. Su desarrollo es poco exhaustivo, simplemente, aprende de lo que es un mundo en el que el dinero y el poder son necesarios para vivir y más.



Souichirou Mikuni

Se presenta como un tipo misterioso que lidera un grupo minoritario de personas dentro del Di
strito Financiero. Dado que el distrito influye sobre la realidad, Mikuni moverá ficha de manera desmedida dentro del distrito para poder mejorar la realidad, porque para él, no hay nada más importante que el presente, algo que choca con Kimimaro, que piensa que el presente vive para el futuro. El caso es que, es el personaje que más esconde sobre su pasado y que da más razón a las acciones que hace en el presente.


El resto de personajes son complementarios hasta cierto punto, incluso los activos, son el apoyo de evolución de estos dos personajes. Llega incluso un momento en que se convierten en el motor de la historia hacia el final, dejando a Kimimaro como un personaje que solo avanza según a lo que ocurre. Podría destac
ar dos personajes con bastante importancia como Jennifer Sato que no es lo que aparenta ser dentro del distrito y un informante del distrito que está bastante tocado y siempre va con una cámara haciendo fotografías a todas las cosas.

Si bien la historia empezó con mucha fuerza y me llamó la atención por la temática tan distinta que había visto ahora y la combinación de la realidad del dinero con las luchas entre los activos por parte de los empresarios (en plan, Zatch Bell) al final todo se desmadra y la historia va perdiendo fuerza. ¿Todo por qué? Pienso que 11 episodios han sido demasiado pocos para una historia que podría haberse explotado muy bien. La cantidad de peleas no está mal, algunas muy buenas otras no tanto, aunque bastante predecibles, todo hay que decirlo. Un desarrollo que te vas esperando y que solo da un pequeño y sutil giro hacia el final. El final, medio predecible y algo decepcionante. Todo parece quedarse a mitad y abierto (que además, con la ultima escena, se queda en el aire que podría haber más, al
go mal hecho, porque parece contradecirse con el mismo fin de todo), personajes, historias... En fin, que podría haber habido mucho más y se han quedado en lo superficial. Lo que más me ha decepcionado, es el hecho de que en los duelos, los ataques se miden en base al dinero que tienes y esperaba complicados problemas para medir los ataques por pérdidas y beneficios y sí, los hay, pero no con la profundidad que esperaba.


La animación está bien. Debo decir que me llamó mucho la atención cuando pasan al mundo del Distrito Financiero, por los colores, el movimiento, pero bueno... Sobre todo destaca en las batallas, por el resto, pienso que podía haber sido mucho mejor. La banda sonora tampoco es un punto muy fuerte, a parte del opening que me gusta bastante (sobre todo la letra), a mí me pareció pasar todo el anime sin fondo musical. El guión está bastante bien, basado sobre todo en citas morales a cerca del poder y del dinero, pero sin llegar a un extremismo en plan doctrina total.

En definitiva, no es un anime imprescindible. Lo recomendaría si en última instancia no tienes m
ucho que ver, para pasar el rato, pero ya digo que a mí me ha decepcionado bastante, aunque es entretenido.


Lo mejor: La idea. La idea es bastante imaginativa y los duelos entre activos enganchan porque el modo de atacar va en base al uso del dinero con racionalidad. Que el distrito esté relacionado con la realidad también te mantiene en vilo, queriendo saber que sucede según las acciones de los empres.

Lo peor: La velocidad de todo, la poco profunidad en la historia, los personajes... Y también el desmadre en todos los elementos. De pronto, empiezan a añadir cosas y cosas, intentando acomplejarlo todo a dos capítulos de acabar el anime, por lo que todo queda más superficial aún.


Open Deal!

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