La historia comienza con Sayuki Sakurai, una estudiante de secundaria que está decidida a encontrar el amor, dado que todos los chicos huyen al ver su cara de malas pulgas. Un día, de viaje a la playa, un chico que huele a chocolate se fija en ella y ella se enamora de él inmediatamente. Él le dice que va a la misma escuela que ella. Cuando Sayuki vuelve al instituto, lo busca por todo el alumnado, sin encontrarlo. Entonces, se cruzan por el pasillo, pero resulta que él no es otro que Hagiwara-sensei, su proferso de economía doméstica.
Bueno no me voy a detener en los personajes ya que todos se pueden traducir en predecibles, planos y sin más fondo que la etiqueta que les ha sido colocada.
No se trata de un shojo imprescindible absolutamente para nada. Lo recomiendo cuando te aburras y no tengas otros shojo mejor que leer y te apetezca saber el final de lo que estás leyendo sin más. Sin pensar. Ya que la historia no tiene mayor misterio y las relaciones entre los personajes, dentro de lo "profundo" que puede ser, no llega a tener drama, y por lo tanto, queda bastante superficial. Es un "pastelón" no muy bien hecho.
El dibujo no tiene mucho misterio. A veces no me gusta, porque a veces las cabezas parecen deformadas. Ahora, cuando están más detallados, me gusta más. Ahora sí, los momentos cómicos en que los personajes se vuelve chibis están genial y puede que sea la parte más bien de este manga.
Lo mejor: El hecho de que es un shojo agradable y tiene situaciones divertidas.
Lo peor: Es típico y predecible desde la primera página. Y aunque la mitad de los shojos sean así, como los personajes no tiene mayor misterio... pues eso!
Nota: 3'5/10
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